Un Digimon que se transformó en mitad bestia, mitad hombre cuando Agunimon perdió su poder. Le falta el "Instinto de Combate" que los Digimon que poseen naturalmente, y por otra parte, ha perdido poder. Sin embargo, es un ser que ha heredado el espíritu de los Diez Guerreros Legendarios que poseen fuerza definitiva, por lo que a pesar de haber perdido el poder, la clase ordinaria de Digimon adultos no están a la altura para él. En todo caso, tiene amabilidad inapropiada para un Digimon y es similar a un Digimon Adulto, contrarrestando su parte traviesa. Su movimiento especial es disparar un aura de llamas (Bebé Salamandra).[1]